Este templo fue mandado construir por el primer Conde de la Casa Tagle de Trasmiera, D. Juan Antonio de Tagle Bracho, encargándoselo a su hermano, que ejercía de párroco en el cercano pueblo de Toñanes. En una de las cartas le comunica su deseo de edificar una iglesia para su pueblo similar a la iglesia de las Capuchinas de Lima (Perú), ciudad donde residía.
También existen iglesias de este tipo en la comarca del altiplano peruano de Cahrcas. Bien es cierto que envió el plano y el dinero para la obra y en 1748 los muros ya levantaban 5 pies y creemos que para 1751 ya estaba casi concluida.
Es una excelente construcción de sillería, que por su unidad y equilibrio constituye uno de los monumentos más relevantes de la arquitectura barroca y el más representativo del arte colonial en nuestra región.
Lo más característico es el gran desarrollo de la fachada occidental, con dos torres macizas, coronadas con pirámides de piedra y balaustrada, como enmarcamiento de la portada principal .
Se observa una exquisita labra en los elementos decorativos (arcos, frontones, columnas) y se cobija bajo un arco de medio punto, que puede considerarse como reminiscencias de los atrios de las iglesias coloniales de la zona del altiplano peruano. Su diseño presenta en planta la forma de cruz latina, co ábside rectangular, flanqueado por dos volúmenes colaterales que hacen funciones de sacristía. El crucero, está formado por dos capillas laterales y un tramo central cubierto con cúpula y la nave en dos tra mos, de los cuales el último contiene el coro alto, que a su vez se encuentra incrustado entre las dos macizas torres de la fachada occidental.
Cada una de las torres se compone de cuatro cuerpos escalonados. Los tres inferiores son casi macizos, con algún vano para iluminar la escalera de acceso al campanario, mientras que el superior posee cuatro vanos en arco de medio punto, en los que van ubicadas las campanas. Se rematan ambas con un chapitel, en forma de pirámide octogonal de piedra, rodeado de una balaustrada adornada con pequeños pináculos.
Las puertas de ingreso son gemelas. Aunque la principal sería la de la fachada oeste, la que actualmente se utiliza es la que se abre en la fachada sur, en el tramo de la nave.
Ambas se componen de un amplio ar Äco de medio punto, enmarcado por dos pilastras rehundidas o columnas estriadas, sobre las que descansa el entablamento, que se remata en un frontón triangular partido sobre una hornacina central, a cuyos lados se han abierto sendos óculos para iluminar la nave central. Es conveniente destacar la espléndida talla de la piedra en las molduras que decoran las dovelas y las jambas de las puertas y los entablamentos.
 

El interior es bello y armonioso, determinado longitudinalmente por la nave y el presbiterio y transversalmente por el amplio crucero que da lugar a sendas capillas.
El solado es de losas de piedra bien labrada y conservada, mientras que la cubierta - de todos los tramos, salvo el central del crucero -, está constituid por bóvedas de terceletes y combados de gran complejidad. Sobre el crucero se eleva una cúpula vaída, de hiladas concéntricas, sobre pechinas, sie Åndo quizás la más característica de las existentes en nuestra región.
Esta construcción es también reflejo del buen momento arquitectónico que se produce en Cantabria durante la primera mitad del siglo XVIII. Por otra parte, este auge artístico se ve aquí subrayado por la gran aportación económica que tuvo que afrontar el citado promotor de la iglesia, don Juan Antonio de Tagle y Bracho, aunque es posible que, una vez muerto, en 1750, se agotasen los recursos exonómicos que provenían de América y no pudiera darse por concluida totalmente la obra. Consecuencia de ello fue sin duda que no pudieran ser dorados los retablos.
 

Los tres retablos correspondientes a la capilla mayor y a las laterales reflejan las mismas características estéticas, propias de mediados del siglos XVIII, mientras que los dos pequeños que se hallan en hornacinas, en los muros de la nave, son ya post "eriores, de la segunda mitad del mismo siglo.
El retablo mayor tiene carácter monumental y sigue en su estructura, el modelo de retablo barroco de finales del siglo XVII, pero introduce la variante de situar dobles columnas enmarcando la calle central. Se observan así mismo abundantes medallones con bustos y rocalles. Las columnas son estriadas y también se decoran con rocallas en el fuste, como es habitual en los retablos del barroco decorativo de mediados del siglo XVIII, a cuya época pertenece éste, que se montaría al terminar las obras de la iglesia.
Al igual que los laterales, carece de policromía, mostrándose la madera de nogal de la estructura en su color original. Solamente las hornacinas llevan algunas rocallas doradas.
Los retablos laterales muestran ya columnas salomónicas y estípites, incluso en el cuerpo del retablo, lo cual nos mueve a pensar también en una pronta influencia hispanoamericana, ya que en Cantabria es más común que los estípites se sitúen en un principio enmarcando la horna Åcina del ático.
Los retablos de la nave son más populares y siguen modelos tradicionales de la región. Ante la imposibilidad económica de dorarlos, fueron pintados por un artesano mediocre ya en el siglo XIX.
 

Existen en el templo dos lienzos de distinta época y procedencia.
El más antiguo corresponde al retrato del fundador del templo, de grandes proporciones (135 x 217), pintado al óleo y procede del Perú. Representa a Don Pedro Antonio de Tagle y Bracho, de cuerpo entero, vestido de gala y con los atributos de su función. En el ángulo superior izquierdo aparece su escudo de armas y en el inferior del mismo lado la inscripción:
"Don Juan Antonio de Tagle Bracho, natural de este lugar de Cigüenza, caballero de la Orden de Calatrava, Prior que fue del Consulado de la ciudad de Lima en los reinos del Perú, donde obtuvo el empleo de Sargento mayor y primer Conde de Casa T Åagle de Trassierra, mandó hacer a su casta este santo templo por los años de 1743. Ruega a Dios por él".
El otro, situado en el muro del evangelio de la nave, representa la "Conversión de San Pablo", pintado al óleo y es una copia de B. Esteban Murillo, realizada en el siglo XIX.
Texto del folleto explicativo editado por la Consejería de Turismo, Transportes, Comunicaciones e Industria. Dirección Regional de Turismo. Gobierno de Cantabria.
 

 N O T A :

En el texto del folleto explicativo de la iglesia se da por supuesto que los retablos no fueron pintados por falta de medios económicos tras la muerte del Conde de Casa Tagle. Hay otra versión que justifica esta anomalía a la gran calidad de las tallas de los retablos. Las piezas policromadas no permitirían ver el detalle con que se han realizado ya que muchos de ellos quedarían enmascarados por la pintura. Igualmente las tallas del reta
blo mayor son de una sola pieza, lo que se aprecia gracias a su estado, si estuviesen pintadas, sería difícil comprobar si fueron construidas en una o más piezas.