Tiene una solemne portada y vanos con orejeras que nos lleva a fecharla a mediados del siglo XVIII. Tiene un escudo en lo alto con las armas de los Peredo. El interior viene a ser el mejor ejemplo de lo que eran las casonas de la nobleza pudiente de Cantabria: amplio salón con chimenea, espléŽndida biblioteca y cuadros de Vicente López Menegís, Esquivel... Tiene un romántico parque con excelente arboleda que eleva el tono de mansión de esta casa que fue de don Blas María de Barreda, erudito del siglo XIX.