Se construyó en 1791 según los planos del arquitecto municipal D. José Alday Fernández. Es uno de los edificios con mayor prestancia y nobleza de la ciudad, con aire neoclásico, se alza en una de las zonas más elevadas del casco urbano, mirando hacia la bahía.
La fachada norte aparece porticada con nueve arcos de medio punto separados por columnas entregas de tipo toscano. El único piso sobre este pórtico es sencillo, con un vano cuadrado sobre cada arcada inferior Þ. La del centro lleva hornacina enmarcada en sustitución de la ventana. El patio interior es amplio, con cinco arcos de medio punto en cada ala. En su día se empezó a restaurar para llevar a él el Museo de Prehistoria y Arqueología, pero se prefirió situar en él la sede del Gobierno Regional de Cantabria.