El palacio de Valbuena, hoy apretado por un contorno inadecuado de casas de pisos, es uno de los conjuntos más representativos de este tipo de palacios nobles de Cantabria.
Portada, patio, casona y capilla forman una unidad muy repetida en la región. Parece que la capilla, dedicada a San Juan, fue arreglada en 1621 por Fernando Ibáñez, escribano de la Junta de Cudeyo y padre del que habría de construir el palacio, Don Antonio Ibáñez de la Riva-Herrera, arzobispo de Zaragoza e Inquisidor general de España.
De finales del XVII (1692) es el citado palacio, de sillería, en donde lucen espléndidos escudos de los Ibáñez de Agüero y los Riva-Herrera, con la corona de m arqués por el marquesado de Valbuena del Duero que por estas fechas recibió el sobrino del arzobispo don Antonio Ibáñez Prieto de la Concha. Hay otro escudo Ibáñez sobre la cruz de Santiago correspondiente al hermano del inquisidor, don Fernando Ibáñez.