Hoy es una ruina que encontramos convertida en cementerio que data posiblemente de finales del siglo XV o comienzos del XVI y que representa uno de los más bellos detalles del paisaje de Comillas, ya que se encuentra mirando al mar, y con el ángel modernista de Llimona. En el interior encontramos los mausoleos de Domenech y Montaner, Cascante, etc.