Esta iglesia fue una abadía o monasterio, hay escritos del siglo XV en los que se cita al Abad Fernán González. Contiene una colección de sepulcros en un pequeño edificio exterior a la iglesia, lo cual reafirma su función monástica.

La iglesia es un buen edificio románico, está casi completo, exceptuando la torre y la sacristía.

Por la planta se ve que fue de una sola nave, sus muros se conservan en su totalidad y con un solo ábside semicircular con presbítero. En el alzado destaca su altura, la interesante puerta de labrados capiteles, la composición del ábside y las cornisas románicas con sus canecillos.

Se aprecia en ella el gran trabajo de los maestros escultores de Castañeda, por lo que se fecha dentro de la primera mitad del siglo XII.

En el exterior, comenzando por la puerta oeste, hoy bajo la torre, podemos ver su disposición que nos lleva a la fecha indicada. Sus arcos de medio punto con arqui voltas de baquetón, media caña con medias bolas agallonadas, baquetón, billetes y otro baquetón. Todas apoyen en dos columnas a cada lado y en jambas prismáticas.

Los capiteles llevan cimacios de entrelazas y palmas inscritas en círculos tangentes, cestas con cabezas de leones unidas, uno de ellos montado por una figura humana a gatas. El otro de este mismo lado tiene animales fantásticos que se muerden el lomo. Los del lateral derecho tienen diferentes decoraciones; animales, figuras humanas...

En el muro sur hay dos ventanas, aspilleras románicas con arquillo de medio punto, es alto y se conserva una cornisa de flores inscritas en círculos tangentes. Está sostenida por veinte canecillos variados.

el ábside se divide en tres calles verticales separadas por fustes de tambores entregas que parten de basas con escocia de bolas (derecha) o sin ellas. Los muros del presbiterio se hicieron en línea con el semicírculo del ábside, sin contrafuertes, lo que debilitó a aquél en el norte, por lo que hubo que refo rzarlo con uno más potente. Los canecillos de la capilla absidal tienen mayor figuración que los de las naves. Hay que añadir dos capiteles de los fustes que llegan a la cornisa.

El muro norte también conserva sus canecillos entre los que abundan los no iconográficos.

Las ventanas del ábside fueron románicas las tres, una por cada calle. La del sur desapareció modificándose cuando se construyó la sacristía. Las otras dos son de medio punto, sin chambrana ni arquivoltas la central, y con chambrana de bill Øetes y arquivolta de baquetón la que mira al norte. Los capiteles de ambas son de bolas y volutas, bolas de caperuza y lisas, de acantos simples muy destrozados y de leones afretados de pie.

El interior es consecuencia directa de su alzado. La nave cubierta de madera, el presbiterio se cubre con bóveda de medio cañón y el ábside con la de horno.

La cabecera es el elemento más importante. El Arco triunfal es de medio punto muy rebajado, quizá por el hundimiento, está apoyado sobre capiteles decorados.

   

 

 


BIBLIOGRAFÍA: (autores varios) " Guía del Arte en Cantabria ". Diputación Regional de Cantabria, 1988. Santander

GARCÍA GUINEA Miguel Angel "Cantabria Guía Artística". Ediciones Estudio, 1988. Santander