Es el centro religioso más importante de Liébana en la Edad Media. Tiene su origen en los primeros siglos de la repoblación, posiblemente en el siglo VIII como consecuencia de la acción de Alfonso I de recoger en las montañas de Cantabria a los cristianos amenazados por los musulmanes.

En un principio se llamó el monasterio de San Martín, así aparece en los primeros documentos conservados, del año 828. En el año 1125 aparece el nombre de Sancto Martino vel Sancto Toribio episcopo, y a finales del siglo XII es conocido ya con el nombre de Santo Toribio.

En el siglo X se depositaron en el monasterio las reliquias de Santo Toribio que venían de Astorga, de donde partieron por temor a las razas árabes. Llega a la vez el "Lignum Crucis", esta reliquia ha sido siempre muy valorada y más desde que en el año 1512 el Papa Julio II estableció el jubileo los años que el día de Santo Toribio cayera en domingo. En el siglo X es de gran apogeo en toda la zona, se obtiene el apoyo de la nobleza lebaniega, con los condes D. Alfonso y Dª. Justa que edificaron la iglesia de Santa María de Lebeña. En el siglo XI el monasterio tiene ya una construcción considerable. El poder y la influencia del monasterio fueron creciendo siglo a siglo.

El edificio que hoy se puede ver es consecuencia de la remodelación que se hizo después de la guerra civil española de 1936. Esta reforma no fue muy acertada, pues se destruyó el ambiente de antigüedad que tenía el edificio. En la actualidad la parte más antigua que se conserva es el claustro, construido en 1669, y la iglesia, de estilo gótico que en 1256 ya se estaba construyedo.

El edificio de la iglesia consta de tres naves con cuatro tramos y ábsides poligonales, siendo el central el más ancho. Toda la iglesia está cubierta con una bóveda de crucería de cuatro, seis y ocho plementos. Los nervios están apoyedos sobre pilares de sección cuadrada con columnas entregas. En el hastial se encuentra una torre prismática en la que se coloca el coro.

La iglesia fue construida en el mismo lugar en el que se encontraba la antigua iglesia prerrománica.

Los muros exteriores son de mampostería, las dos puertas existentes son posiblemente de la iglesia anterior. La puerta principal tiene tres columnas a cada lado con capiteles de estilo gótico. La otra puerta, llamada "del perdón" tiene también tres columnas a cada lado y capiteles lisos.

En el interior de la iglesia se aprecia, en el ábside izquierdo la efigie yacente de Santo Toribio, realizada en madera policromada. Posiblemente es una talla del siglo XIV.

La capilla del "Lignum Crucis" se añadió en el siglo XVIII por su muro norte separándose por una gran reja de hierro forjado. Esta capilla tiene tanto interés arquitectónico como la propia iglesia. El paso a la capilla se hace por medio de un cuerpo rectangular con bóvedas estrelladas. La capilla está sostenida por grandes pilastras angulares que abren arcos de medio punto. Sobre éstos se apoya una linterna octogonal de gran belleza en la que se pueden apreciar a los cuatro evangelistas dentro de guirnaldas ovaladas. Hay también dentro de la linterna interesantes relieves de Santo Toribio, San Benito y San Iñigo. Tras el arco norte, la capilla se prolonga en otro tramo más bajo donde se guarda y expone el "Lignum Crucis", reliquia fundamental del monasterio de Santo Toribio. Es una cruz de plata dorada del siglo XVI que ha sido muy modificada a lo largo del tiempo y que, como si fuera un estuche, guarda fragmentos de madera de la cruz de Jesucristo.

En el zaguán que cominica con el patio exterior se puede encontrar una obra del escultor Jesús Otero que representa a San Beato de Liébana componiendo sus "Comentarios al Apocalipsis". Esta obra, realizada en la actualidad, ha sabido respetar el espíritu monástico de la Alta Edad Media.

 

 


BIBLIOGRAFÍA: (autores varios) " Guía del Arte en Cantabria ". Diputación Regional de Cantabria, 1988. Santander

GARCÍA GUINEA Miguel Angel "Cantabria Guía Artística". Ediciones Estudio, 1988. Santander