Nacido en Cabezón de la Sal donde conoció a María Blanchard, de quien recibe los primeros consejos artísticos, estudia más tarde Bellas Artes en San Fernando con Sala, Chicharro y Muñoz Degrain.

Obtiene, en1909 y 1924, sendos premios de dibujo, disciplina en la que destacará siempre por la calidad de su grafismo estilizado. Entre 1915 y 1924 vive en Madrid, consiguiendo un notable éxito con sus caricaturas de personajes famosos, y, de 1924 a 1939 en París, donde publica "Leurs figures: 56 portraits d´Artistes Critiques et Marchands d' aujord' hui", prologado por Maurice Reaynal y que conociera una reedición por su parte de la Institución Cultural de Cantabria: Su sutil y divertida observación de la fisonomía humana se plasma en su extensa producción de caricaturas que publica en "Le Journal" y "L' Intransigeant" y expone en el salón de los humoristas de París. Pasaron por sus lápices Picasso, Cossío, Renard, Lhote, Concha Espina y María Blanchard entre otros muchos.
En 1939 regresa a España definitivamente. Realiza dos composiciones para el santuario de la Bien Aparecida y muchos retratos infantiles, sin abandonar su obra paisajística al óleo de la que Leopoldo Rodríguez Alcalde ha destacado el "arbolado aterciopelado e intrincado, suntuosamente verde, constelado a veces de destellos de plata".

EL CRIMINALUCO DE CABEZÓN DE LA SAL (cuadro)
Obra temprana de César Abín que, todavía sin definir los que serán estilemas de su pintura, se halla inmersa en las corrientes de la época. Retrata a un marginado que refiere a la María Blanchard anterior al cubismo y, sobre todo, a Solana, cuyo colorido ocre parece querer imitar.

 


BIBLIOGRAFÍA: "Cien Años de Pintura en Cantabria (1815 - 1915)". Diputación Regional de Cantabria. Instituto del Patrimonio Histórico y Monumental de Cantabria. 1988. Santander.