Nacido en Roma, fue el segundo de una dinastía de pintores iniciada por su padre el santanderino José de Madrazo, quien le impone una férrea disciplina estética.
Es Madrazo, que llegaría a ostentar los más altos cargos y dignidades, como pintor de cámara o director del Museo del Prado, el último representante de una escuela de retratistas comenzada por Vicente López.
Recibió la influencia de Ingres durante su viaje a París en 1832 y de Overbeck en su estancia en Roma de 1840 a 1842.
Desde estos postulados puristas, en los que pinta sus obras más dibujísticas de tema histórico o religioso, como "La visión celestial de Godofredo de Bouillon" o "Las Santas Mujeres en el Sepulcro", su estilo deviene hacia una técnica más sobria y abreviada, influenciada por el profundo estudio de Velázquez que hiciese nuestro pintor.
Fue un pintor galante de la aristocracia madrileña. Para él posaron tres generaciones de duquesas, generales, políticos, dandys e intelectuales; por tanto, su obra es un interesante documento de la España decimonónica. De su ingente producción cabe destacar la exquisitez de los retratos infantiles ("Federico Flórez" de 1842. "Vicente Beltrán de Lis" de 1850 ) así como el empaque y la elegante apostura que dotó a sus modelos femeninos en composiciones de líneas convexas, "nazarenas" ( "Leocadia Zamora" de 1847 , "Duquesa de Valencia" de 1852, "Condesa de Vilches" de 1853 ). Además, parece estar especialmente acertado cuando el retrato goza de su afecto o cariño familiar, como puede apreciarse en los retratos de sus hijos Ricardo (1876) y Raimundo (1875), de Ingres (1832) de Villamil (1845) o de Rosales (1867).

ISABEL II.(retrato)
Federico de Madrazo, autor de más de quinientos retratos, realizó este, uno de los muchos que hiciera de la reina.Fue su pintor de cámara, y su rostro parece encajar especialmente en el interés del pintor por componer mediante armonías de curvas musicales de la escuela nazarena.
Heredero de una larga tradición en el retrato regio que prima la pintura de calidades y el detallismo en la ambientación, ha sido Madrazo considerado el más fiel intérprete de la sociedad isabelina.

 


BIBLIOGRAFÍA: "Cien Años de Pintura en Cantabria (1815 - 1915)". Diputación Regional de Cantabria. Instituto del Patrimonio Histórico y Monumental de Cantabria. 1988. Santander.